miércoles, 22 de febrero de 2012

Ali Baba

Alí Babá (árabe علي بابا, persa علی‌بابا , turco Ali Baba) es un personaje de ficción descrito en el cuento de aventuras Alí Babá y los cuarenta ladrones, perteneciente a Las mil y una noches. Algunos críticos creen que esta historia fue añadida al libro por uno de sus transcriptores europeos, Antoine Galland, un orientalista francés del siglo XVIII que pudo haberla oído en forma oral de un cuentista maronita de Alepo. Sin embargo, Richard Francis Burton afirmaba que era parte del libro original de Las mil y una noches. Esta historia también ha sido popular como trama de pantomimas, siendo quizá la más famosa de ellas Chu Chin Chow (1916).
[editar] Historia

Alí Babá, un pobre leñador de Arabia, oye por casualidad a una gran banda de ladrones (cuarenta en total) visitando el escondite de su tesoro en el bosque en el que cortaba madera. El tesoro de los ladrones está en una cueva cuya boca queda sellada mágicamente: se abre con las palabras «Ábrete, Sésamo» y se cierra con «Ciérrate, Sésamo». Cuando los ladrones se marchan, Alí Babá entra en la cueva y se lleva parte del tesoro a casa.

El hermano rico de Alí Babá, Qasim, descubre la repentina riqueza de su hermano, quien le cuenta su descubrimiento de la cueva. Qasim acude a ella para llevarse algo del tesoro, pero en su avaricia y nerviosismo ante las riquezas olvida las palabras mágicas para salir de la cueva y los ladrones le encuentran en ella, matándole. Cuando Qasim no regresa, su hermano va a la cueva a buscarle y encuentra su cuerpo, llevándolo a casa. Con la ayuda de Maryana, una lista esclava de la familia de Qasim, logran enterrarle apropiadamente sin levantar sospechas sobre su muerte.

Los ladrones, viendo que el cuerpo desapareció, advierten que alguien más sabe su secreto, y se disponen a localizarlo. Los primeros intentos son frustrados por Maryana, ahora al servicio de la familia de Alí Babá, pero finalmente logran averiguar la ubicación de la casa de Alí.

El jefe de los ladrones se hace pasar por un comerciante de aceite necesitado de la hospitalidad de Alí Babá, llevando con él mulas cargadas con cuarenta tinajas, una llena de aceite y las otra treinta y nueve con los ladrones de la banda. Los ladrones planean matar a Alí Babá cuando éste duerma, pero de nuevo Maryana descubre y frustra el plan, matando a los ladrones ocultos en las tinajas llenándolas de aceite hirviendo. Cuando el jefe va a buscar a sus hombres, descubre que todos están muertos y huye.

En venganza, algún tiempo después el jefe de los ladrones se establece como mercader y traba amistad con el sobrino de Alí Babá (que ahora está a cargo del negocio de Qasim). Es invitado a cenar en casa de éste, pero Maryana le reconoce y ejecuta una danza con una daga en honor de los comensales, clavándosela al ladrón en el corazón cuando éste estaba desprevenido. Así, la historia termina felizmente para todos salvo para los cuarenta ladrones y Qasim.
[editar] Origen

La historia tiene sus raíces en una saga sudanesa del rey Alí Babá de la tribu Bija.[cita requerida] El rey rehusaba pagar impuestos a Al-Mutawakkil, el décimo califa abbasí de Bagdad. El rey rebelde selló todas las minas de oro de las montañas y detenía a todos los funcionarios que iban a la zona del mar Rojo. Bagdad envió su ejército para mantener el poder sobre el vital mercado del oro del mundo islámico (se creía que Sudán proveía más del 60% del oro abbasí en la época previa a las Cruzadas) y en cinco años logró aplastar la rebelión. Alí Babá, llevado a Bagdad, entregó todo el oro escondido por sus hombres al califa. Una exhibición pública del enorme tesoro y del derrotado rey se llevó a cabo en todas las ciudades importantes en el camino a la capital Samarra, creando la leyenda de las cuevas y los ladrones. Al final, a Alí Babá le fue concedida la amnistía y a su regreso dio oro a todos los necesitados de las principales ciudades de su camino como gesto de buena voluntad con los musulmanes contra los que luchó.

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